No puedo evitar sentir un placer extraño cuando me entero que alguien habla mal de mi. A veces hasta traté de provocarlo. Traté de generar envidia, nunca sana, por supuesto. Siento una exquisita sensación de poder, que mi verdugo verbal se returce de envidia y sufre por no ser como yo, o tener eso que yo si tengo o, en algunos casos, aquello de lo que disfruto.
Pensando un poco se me ocurren algunas razones que hacen que esto me resulte placentero:
En primer lugar, me siento importante, que existo, que estoy ahí en la boca envenenada de quien habla de mi. Yo no solo soy yo en el lugar en el que estoy, donde esta mi cuerpo, sino que mi ser trasciente ese límite y me hace estar en las palabras de alguien, en sus pensamientos, en su odio. El otro día en un congreso charlando con la gente, una chica me dice... "ahh... vos sos la famosa fulana de tal!!" Y yo pensaba... "famosa? wtf?!?!?" pero no pude evitar sentir como se inflaba mi ego de repente hasta el punto que pensé que iba a explotar. Más cuando no tenés idea de quien es la persona que te dice eso... jeje.
En segundo lugar, es darte poder... es decirte "me importa lo que estas haciendo y lo que dejás de hacer", quiero saber de vos, de tu vida, me interesás. Te convertís en una celebrity. Quien te dice que hasta no logras que te copien, te imiten, etc. Y por lo menos a mi, me encanta que hagan eso.
En tercer lugar, tenés algo codiciado. O sea, sos/tenes/haces algo que esa persona querría ser/tener/hacer. Si sos una mina codiciada por los hombres... todas te van a decir trola, gato, o lo que sea... pero les encantaría ser tan gatos como vos... les encantaría tener a todos los flacos deseandolas.
Por eso yo le digo a cualquier persona que alguna vez haya hablado mal de mi... gracias, lo unico que lograste fue hacerme más soberbia.
Dedicado a Ale que se acaba de enterar que le escribieron en un baño de minas que era una puta XD