Y si... esa es la sensación que tengo... que vuelvo.
Los últimos 8 años de mi vida los viví como un tiempo de sacrificio y de relegar cosas que solía disfrutar mucho. Primero el tejido, la literatura, salir, pintar y muchas otras cosas que fuí dejando por la meta de terminar una carrera. Y ahora ya está... a un día del último final, que si me va bien significaría el final de un largo recorrido, de un camino dilatado de un cambio de carrera y posponer la graduación en beneficio de mantener una beca de investigación. Este año no sólo recuperé mi libertad, sino que volvía encontrarme con mis pasiones, mis hobbies y me di cuenta que me había perdido en el camino. Pero ahora volví, y aunque todo es diferente, es hermoso reencontrarme, ver quién soy (o en que me convertí), qué quiero y hacia dónde voy. Definitivamente, la sensación es de que vuelvo a vivir.